Elizabeth Velasco C.
Periódico La Jornada
Martes 30 de julio de 2013, p. 37
El crecimiento urbano y el cambio en el uso del suelo en las grandes metrópolis y en los poblados inmersos en bosques y selvas provocan al año la pérdida de 150 mil hectáreas forestales en el país, destacó el director de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Jorge Rescala Pérez.
Ante tal pérdida, dijo, se ha establecido en el actual sexenio la ambiciosa
meta de plantar un millón de hectáreas, pero el objetivo no es sólo plantar árboles, sino garantizar que lo que se plante sobreviva y se conserve
.
En entrevista con La Jornada, tras inaugurar el taller Oportunidades de cooperación internacional para fortalecer el monitoreo forestal en Mesoamérica, junto con representantes de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) y del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), admitió que no se ha podido detener la deforestación, pero al menos se ha reducido 50 por ciento respecto de lo registrado entre 1990 y 2000, lapso en el cual la pérdida pasó de 354 mil hectáreas a 235 mil por año.
Rescala comentó que para combatir la deforestación este año se aprobó un presupuesto de mil 730 millones de pesos que se invertirán en la reforestación de 174 mil hectáreas, con alrededor de 180 millones de árboles.
El funcionario destacó que la mayor parte de las zonas forestales y boscosas del país están en manos de comunidades indígenas y campesinas constituidas por 11 millones de personas, por lo cual se deben dirigir programas específicos
para que en el aprovechamiento de los recursos naturales obtengan un beneficio económico sin dañar el entorno.
En lo anterior coincidió la directora del Programa de Desarrollo Sustentable del PNUD, Verania Chao, quien dijo que la devastación de recursos naturales está asociada a políticas e incentivos
que orillan a la población a provocar un deterioro de los recursos naturales.
Precisó que 80 por ciento de los territorios forestales son de indígenas y campesinos, por lo cual deben participar en la elaboración de las políticas públicas de conservación.
La funcionaria del PNUD recordó que ya desarrollan proyectos con la Conafor para incorporar criterios de conservación de la biodiversidad en su conjunto, no sólo del recurso maderable.